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Proemio


La peculiaridad y el valor inestimable de la colección de la que forma parte este libro no está en las opiniones de los académicos expertos en el tema, ni en la de los columnistas de diarios y revistas ni en la de los dirigentes de los partidos políticos, sino en el parecer de la gente no especializada, de gente de todos los estratos sociales, de muy diversos niveles de escolaridad, de zonas urbanas y áreas rurales, de uno y otro sexos, de muy diversas edades a partir de la adolescencia.

De los resultados de la encuesta sobre derechos humanos, discriminación y grupos vulnerables, unos eran previsibles y otros resultaron sorprendentes, al menos para mí. Todos son elocuentes: el espejo ha cumplido perfectamente su función. Y todos son sumamente interesantes.

No podía ser de otra manera. Los temas son de la mayor relevancia: anidan en el corazón de nuestro proceso civilizatorio, atañen a los más altos valores que los seres humanos hemos ido fraguando en ese proceso.

Los apuntes que acompañan las gráficas que aquí se exhiben son breve información acerca del asunto que se aborda, notas de pie de página, reflexiones personales, dubitaciones íntimas, perplejidades. No tienen el propósito de establecer verdades absolutas sino tan sólo buscan compartir con el lector algunos datos históricos, jurídicos y antropológicos para contextualizar la materia objeto de la pregunta, así como el impacto que me han causado las respuestas.

Los derechos humanos son uno de nuestros más valiosos productos civilizados, y las mujeres y los hombres que hoy nos tenemos por civilizados somos en buena parte producto de esos derechos. Los derechos humanos no nos garantizan una existencia feliz —nada puede garantizarla—, pero nos permiten alcanzar los más altos escalones espirituales de humanidad.

En la lucha inacabable por la vigencia efectiva de los derechos humanos —que supone, entre otras cosas, el combate contra la discriminación y la defensa de los grupos vulnerables— no puede descuidarse el conocimiento que los gobernados tengan sobre ellos y la importancia que otorguen a que sean respetados. No es viable el triunfo de la causa sin la colaboración convencida de la ciudadanía.

Esta obra da cuenta de las diversas posturas en asuntos cruciales de derechos humanos y al hacerlo muestra la magnitud de la aventura moral e intelectual que falta por emprender, vía la educación cívica, para que la gran mayoría de los mexicanos asuma con plena convicción la causa de tales derechos.