¡Qué familia! La familia en México en el siglo XXI > Introducción

Ideas preliminares


¿De qué hablamos, cuando hablamos de familia?

Esta es una pregunta inicial que, en una investigación en la cual se han recogido las opiniones de la población sobre el tema es válido plantear, porque permite mostrar lo que los adultos entienden por familia, cuando se les inquiere sobre ella.

A continuación se muestran sólo unas cuantas respuestas a un par de preguntas que, a través del tiempo, el autor de este texto ha venido haciendo desde la segunda mitad de la década de los años setenta, a una muestra no probabilística de la población de este país. Por lo tanto no pretenden ser estadísticamente representativas, pero son parte de las investigaciones sobre procesos demográficos en los que se considera que es en la familia como organización en donde se ubican una serie de factores que los explican y que en ella se ve reflejada su interacción.

Las preguntas han sido muy simples, pero han servido para generar hipótesis para explicar cómo, más allá de la opinión de los especialistas en el estudio de la familia, ha evolucionado este concepto en el imaginario social.

La primera pregunta ha sido obviamente: ¿Para usted, qué es la familia? La segunda incluye la referencia personal y las dos preguntas muestran, cómo se pasa, de una respuesta que refleja probablemente el conocimiento de las definiciones formales de familia, que están asociadas con el nivel de escolaridad de la población, a las condiciones personales —vivencias, estructura de la propia familia incluso, el estado de la salud del individuo— que pueden explicar mucho sobre la influencia que éstas tienen sobre el desarrollo individual y sobre el conjunto de la sociedad. Por lo tanto, la segunda pregunta ha sido: ¿Para usted, qué es SU familia?

Para presentar un panorama de las ideas acerca de la familia se han seleccionado una serie de respuestas que resumen lo poco que ha evolucionado este concepto y lo mucho que se ha transformado el significado de la vida en familia. En realidad, esto es sólo una pequeñísima muestra, que nos acerca a las ideas que, sobre la familia tiene la población en general.

Las respuestas a las preguntas mencionadas, en los años setenta pueden estar representadas por la serie que sigue: “La familia es el resultado de la unión de dos personas que deciden formar una familia (sic)”. “La familia es algo sagrado para perpetuar la especie”. “La familia es el nido en que se desarrolla toda persona. Bueno, aunque algunos carecen de familia el nido fue la madre”. “La familia es la célula básica de la sociedad”. “La familia es un grupo básico de la sociedad formado por los padres y los hijos”. “La familia es el resultado de una unión conyugal entre un hombre y una mujer, lo demás que se deriva de esto, es secundario”. “La familia somos todos; el mundo es una gran familia”. “La familia… son los papas”. “La familia es el lugar para tener hijos”. “La familia es el grupo formado por los padres, los hijos, los abuelos, los tíos y primos y otros parientes cercanos”. “La familia la forman las personas unidas por lazos de amor”. “La familia es un concepto burgués para justificar el sometimiento de unas personas por otras, las mujeres sometidas por los hombres, así de sencillo”. “La familia es una organización de la sociedad que no tiene futuro”. “La familia es lo que permite la reproducción de la sociedad. La reproducción biológica y la reproducción cultural. Así garantiza la sociedad su sobrevivencia”. “La familia es el grupo de personas que están cerca de ti en todo momento”. “La familia es una creación de la sociedad para apoyarte cuando lo necesites”. “La familia es tu mundo de referencia desde que naces”. “La familia es la unión de un hombre y una mujer que se unen (sic) para tener hijos”.

Con respecto a SU familia, es decir, la familia del informante, esto dijeron los entrevistados: “Mi familia es mi apoyo en cada etapa de mi vida”. “La familia en mi caso lo han sido mis amigas porque los demás, no puedo decir que se hayan comportado como mi familia”. “Mi familia es un desastre”. “Mi familia, mi familia, son aquellos que me han apoyado, no sólo mis familiares”. “Mi familia en sí son todos mis parientes”. “Mi familia por definición, son mis consanguíneos, pero en la realidad no puedo decir que lo sean”. “Mi familia,… buena pregunta, son mis papás y mis abuelos. Sin mis abuelos no tendría vida en familia”. “Mi familia son los que me rodean en mi casa y son cercanos a mí”. “Mi familia es muy rara porque no es la clásica familia. Yo he vivido siempre con mis tías porque quede huérfana desde muy chica”. “Mi familia me ha educado y me ha dado lo que necesito”. “Para mí, mi familia lo ha sido mi madre y toda su familia”. “Mi familia ha sido muy importante porque allí me enseñaron que pobres pero honrados”. “Mi familia es algo complicado de definir porque no son sólo mis parientes cercanos y lejanos, es algo más”. “Mi familia la forman muchas personas, más de lo que uno se puede imaginar”. “Mi familia, mhhh, lo que pienso que es mi familia, ha cambiado con el tiempo. De pequeña sólo pensaba que eran mis padres y mis hermanas, pero ahora no sólo es mi esposo y su familia es también la familia de cada uno de los esposos de mis hermanas, aunque no sean muy cercanos, cada vez veo más miembros de mi familia”.

En un salto cronológico décadas después, al iniciar el siglo XXI, las respuestas a las mismas preguntas muestran ideas similares y la incorporación de una retórica que no siempre coincide con la realidad.

“La familia es la unidad básica de la sociedad, como lo definen las leyes y los tratados internacionales”. “La familia es la unión de personas, que se aman, quieren y cuidan mutuamente”. “La familia es el tejido básico de la sociedad”. “La familia es la unión de una pareja para compartir amor, compañía y cuidado. La pareja que forma la familia, no tiene que ser una mujer y un hombre”. “La familia es donde creces y te desarrollas, te puede impulsar o te puede llegar a hundir”. “La familia es un grupo de personas unidas por un vínculo amoroso, afectivo, con derechos y obligaciones”. “La familia es y sigue siendo la base donde se cultivan y practican los valores que permiten que la sociedad se desarrolle”. “La familia es el primer vínculo en tu vida que te hace crecer para enfrentarte a la vida”. “La familia debe ser una organización democrática, aunque la mayoría de las veces no lo es”. “La familia es la organización en donde te deben enseñar a ejercer tus derechos”. “La familia es la red que te ayuda y sostiene en periodos de crisis”. “En la familia es en donde creas tu autoestima”. “La familia es la unión de dos seres que se aman y esperan tener hijos, pero estos hijos pueden ser adoptados o por inseminación artificial”. “La familia es cuando te unes con alguien más, para compartir tu vida y esa persona puede ser de tu mismo sexo”. “La familia es en donde te tocó nacer”. “La familia es el seno donde creces, te desarrollas y te preparas para la vida en cada nueva generación”. “La familia es la unión de personas que comparten todo, lo que falla a veces es la comunicación”. “La familia es el lugar donde vives y los que están cerca de ti, para bien y para mal”. “En estos tiempos, la familia es en lo que nunca vas a dejar de creer y confiar”. “La familia es la entrega amorosa, económica y de tiempo. Esto no quiere decir que sea sólo para tener hijos o hijas”. “La familia es uno mismo con otras personas a su alrededor que se apoyan”. “La familia es en donde tus padres te deben enseñar cuáles son tus derechos”. “La familia es en donde se reflejan las desigualdades de género”.

Por lo que hace a las referencias o vivencias personales las ideas más recurrentes son las siguientes: “Mi familia es un grupo de personas que se acepta, se cuida y se quiere, con altas y bajas, pero nos mantenemos unidos”. “Mi familia es un desmadre, yo soy el que siempre ha trabajado porque mis hermanos y hermanas son unos güevones, pero mi mamá los defiende”. “Mi familia es buena y a veces mala. Creo que más buena que mala”. “Mi familia ha sido la ilusión de tener a la pareja perfecta y los hijos perfectos en una casa perfecta, ja, ja, ja”. “Mi familia es conflictiva, a veces se toman demasiadas libertades y yo soy el malo de la película”. “Mi familia es alegre, pero a veces poco paciente y violenta, violenta hasta llegar a la sangre”. “Mi familia es de locos… nadie se entiende, y todo mundo tiene la razón”. “Mi familia es una familia formada a la antigua, te corrigen con chancla en mano para no volver a equivocarte”. “Mi familia es unida, amorosa y todos nos apoyamos con todo”. “Mi familia es buena, hasta que llegan mis hermanos de visita y se emborrachan y a veces se pelean”. “Mi familia es alegre por naturaleza pero sus integrantes son muy desobligados”. “A mi familia la adoro, hasta que desaparecen mis cosas y nadie sabe nada y me imagino quién fue, pero no puedo decir nada, porque es crear problemas”. “Mi familia es… ausente, todos están ocupados, unos viendo el futbol y otros con sus tablets”. “Mi familia piensa que soy adivino y que debo saber todo lo que necesitan sin pedírmelo y la única que sufre es mi mamá, ni siquiera mi papá”. “Mi familia es la base para poder formar mi propia familia”.

Como puede observarse, hay ideas sobre la familia que permanecen y nuevas concepciones que no se limitan a pensar a la familia como una organización centrada en la reproducción y en la unión de parejas heterosexuales.

La pregunta planteada previamente, es decir, cuando hablamos de familia ¿de qué hablamos?, los especialistas la han resuelto a través de la creación de tipologías de esta organización. En México la referencia obligada a este tipo de análisis la representan los trabajos realizados a través de los años por Luis Leñero, quien construyó una tipología de familia que identifica más de doscientos tipos en que se concreta esta organización.

A continuación, se hace referencia en términos generales a la tipología construida por Leñero (1983).

Para Leñero existen tres clases de factores macro estructurales que dan lugar a una diversidad significativa de los tipos familiares: I) Una tipología según la ubicación geosocial, regional, local y habitacional de residencia de la familia, lo que haría posible identificar tipos de familia: según regiones del país; familias según el tamaño y densidad de las localidades en que se encuentran (ciudad, pueblo, barrio o colonia) y familias según el contexto vecinal y habitacional de la misma (servicios e infraestructura habitacional, redes de relación y comunicación vecinal). II) Tipos de familia según la cultura o subcultura de las comunidades a las que pertenecen, lo que permitiría clasificarlas como familias de subcultura marginal folk o de grupo indígena mestizado y con relativo contacto con otras comunidades regionales o nacionales; familias de subcultura ambivalente ubicadas en pueblos, ciudades rururbanas (sic) y medias, así como las residentes en suburbios de grandes ciudades; familias de subcultura urbana más o menos industrializada y cosmopolita. III) Tipos de familia según la pertenencia a una clase social o a un estrato socioeconómico determinado por el sistema de producción, distribución y consumo en el país. Lo que daría lugar a una clasificación de: A) Familias de clases populares marginadas o proletarias que viven en un nivel de subsistencia en los ámbitos: A.1) rurales campesinos y A.2) suburbanos. B) Familias de estratos populares proletarios, con un nivel de sobrevivencia básico y que forman parte de la fuerza de trabajo industrial y de servicios. C) Familias de pequeña o mediana burguesía, de los estratos medios. D) Familias de estratos elitarios (sic) con un nivel de alto consumo y necesidades suntuarias ilimitadas, que corresponden a la alta burguesía.

Según el autor también es posible contar con una tipología familiar según la estructura de la unidad doméstica, que da origen a nueve grandes tipos de familia, que a su vez incluyen en conjunto 33 tipos específicos. Así, al utilizar las relaciones de los integrantes de la unidad doméstica como referencia, identificamos: i) Familias de predominante estructura consanguínea sobre la relación conyugal; ii) Familias de predominante estructura conyugal sobre la relación consanguínea y iii) Familias de estructura mixta.

Si identificamos la composición grupal de los miembros que forman la unidad doméstica, podemos clasificar a las familias como: i) extensas, integradas por tres generaciones y diversos parientes no necesariamente cercanos; ii) familias nucleares, constituidas por padres e hijos y por tanto formadas sólo por dos generaciones de individuos y iii), familias extendidas nucleares.

Si tomamos en cuenta el sistema de interrelación de acuerdo con la línea de parentesco, tendremos: i) familias patrilineales; ii) familias matrilineales y iii) ambivalentes.

Lo que el autor denomina sistema de unión matrimonial central da origen a familias: a) de matrimonio único monogámico; b) de matrimonio monogámico sucesivo, producto de la viudez o divorcio del jefe de familia; c) de matrimonio poligámico virtual, lo que para Leñero significa que el jefe de familia tiene “la casa chica”.

El parentesco exclusivamente del jefe de familia con los miembros de la unidad doméstica genera cinco diferentes tipos de familia: a) familia con jefe padre-esposo o sólo padre; b) familia con madre-esposa o sólo madre; c) familia cuyo jefe es un pariente ascendente; d) familia cuyo jefe es un pariente colateral y e) familia cuyo jefe es el hijo o la hija.

El estatus legal del matrimonio genera, también de acuerdo con el mismo autor, cinco tipos de familia y según “el sexo y autocracia del jefe” encontramos cuatro tipos de familia.

Es posible también formar tipos de familia según la etapa de desarrollo, que serían: familias iniciales en etapa procreativa; familias en desarrollo intermedio, en etapa de procreación y socialización de niños y adolescentes; familias finales, que han concluido la etapa de procreación y se pueden encontrar en proceso de desintegración familiar.

Para continuar con la tipología de Leñero, encontramos también tres tipos de familia según sistema económico-doméstico.

Hay 52 tipos de familia según rasgos sociodemográficos de los componentes familiares, lo que incluye: i) tipos de familia según número de miembros, que lleva al autor de esta clasificación a identificar: familias pequeñas (dos a cuatro miembros), familias medias (de cinco a seis miembros) y familias grandes (mayores de seis miembros); ii) tipos de familia según la edad conjunta de los miembros de la unidad doméstica; iii) tipos de familia según contraste en la edad de sus miembros. En las que el contraste se realiza entre la edad del jefe y su cónyuge (nueve tipos de familia); iv) tipos de familia según sexo predominante en la unidad doméstica; v) tipos de familia según los miembros que tienen una ocupación remunerada (seis tipos de familia); vi) tipos de familia según la ocupación principal del jefe (13 tipos de familia); vii) tipos de familia según el mayor nivel de escolarización alcanzado por sus miembros, y finalmente, viii) tipos de familia según ingresos económicos que aportan sus miembros.

Como puede verse, una tipología de familia que se genera con un listado de características de los miembros que la componen o que están relacionados con el contexto que se ubica, puede generar un listado mucho más extenso de tipos de familia, que los cientos que ha elaborado Leñero, de tal manera que, en el extremo, hablar de la familia sería referirse a la familia de cada individuo, porque cada individuo es único. Sin embargo, a pesar de la diversidad, las diferencias que pueden encontrarse en esta organización, no son suficientes para pensar que existe un número tan grande de tipos de familia.

En contraste, recientemente López Romo, Rodríguez y Hernández han pasado de la tipología de Leñero a una tipología que identifica la existencia en México de 11 tipos de familia: “A) Papá, Mamá y Niños. B) Papá Mamá y Jóvenes. C) Pareja, Hijos y Otros Parientes. D) Familia Reconstituida. E) Pareja Joven sin Hijos. F) Nido Vacío. G) Pareja del Mismo Sexo. H) Papá Solo con Hijos. I) Mamá Sola con Hijos. J) Co-residentes. K) Familia Unipersonal” (López Romo, Rodríguez y Hernández 2012: 19). Además de la sobre simplificación en su clasificación, los autores confundieron el concepto de hogar con el de familia.

Aunque estos autores refieren que su tipología la aplicaron al análisis de la base de datos de la Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), para clasificar a los hogares en México y por tanto, los datos representan a la población en hogares ubicados en localidades con más de 50 mil habitantes, la descripción de las familias hace referencia al país en su conjunto y así dicen que, basados en esta tipología: “25.8 por ciento de las familias en México están conformadas por Papá, Mamá y niños”, “14.6 por ciento… por Papá, Mamá y Jóvenes”; “9.6 por ciento… por Padres, Hijos y Otros Parientes”, “3.8… son Familias Reconstituidas”, “4.7 por ciento… Parejas Jóvenes sin Hijos”, “6.2 por ciento de las familias en México son del tipo Nido Vacío”, “0.6 por ciento… están conformadas por Parejas del Mismo Sexo”, “2.8 por ciento… están conformadas por Papá solo con Hijos”, “16.8 por ciento… por Mamá sola con Hijos”, “4.1 por ciento… de las familias están conformadas por Co-residentes”, y “11.1 por ciento de las familias en México son familias Unipersonales”.

Como puede verse pasamos de la heterogeneidad extrema a la sobre simplificación de la realidad, lo que hace evidente el interés que puede haber por analizar a la familia y hacer explícito lo que piensan de ella los mexicanos.

La familia en México ha sido objeto de análisis permanente y la extensa bibliografía que existe al respecto, lo hace evidente. El abordaje metodológico usado es diverso, pero refleja en una proporción significativa de estos análisis una intención básica: hacer de la familia un referente en el que los ideales de la sociedad se concretan, ya que forma la unidad básica a través de la cual se garantiza el desarrollo individual.

Con esta visión se trata de promover un modelo único de familia, que reproduce en su seno algunas de las características estructurales de la propia sociedad y, por tanto, asegura su continuidad. Esto incluye la reproducción física que hace que una generación garantice su sobrevivencia en la generación que la sustituya y también incluye su reproducción social a través de la transmisión de pautas de comportamiento que identifiquen al grupo socioeconómico al cual se pertenece.

No hay duda de que, como toda organización en la que se concretan determinados arreglos institucionales, la familia cumple una función y las normas que la rigen lo reflejan.

La familia conyugal heterosexual tiene como fin primordial la reproducción biológica y el “contrato social” que le da origen, asigna a sus “firmantes” los roles que garanticen el cumplimiento de esta función. Cualquier otra función queda supeditada a ésta, o mejor dicho, cualquier otra función se cumple a través de ésta. Es el caso de la función de socialización o el cuidado de los viejos por ejemplo, que para cada nueva generación se ve como una obligación que en la familia debe cumplirse, aunque no haya capacidad y deseos para cumplirla.

Pero más allá de la situación ideal, en la organización familiar además de las acciones positivas que contribuyen al desarrollo del individuo y la sociedad, se reproducen acciones negativas que además de tener impacto sobre sus miembros, tienen un efecto multiplicador sobre la sociedad que puede ser el origen de muchos de los problemas que la afectan.

Además del amor, el apoyo, la educación y la seguridad que el núcleo familiar ofrece, también la violencia, explotación, falta de respeto, incesto…, son características de las relaciones entre sus miembros que deliberadamente se ocultan, para no hacer evidente que en muchas ocasiones y entre núcleos importantes de la población, la familia es el espacio en donde menos se respetan los derechos de los individuos.

Los especialistas han hecho evidente diversas problemáticas que se gestan en el entorno familiar y los efectos que la crisis sistémica tiene sobre la familia mexicana, pero además de los estudios teóricos sobre la familia, también es importante conocer qué es lo que piensan los propios mexicanos en general de esta organización, qué expectativas tienen sobre el futuro de la familia y cuáles son algunos de los problemas que enfrenta la familia asociados a su estructura y también asociados a sus transformaciones.

Cuando el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) concibió el proyecto Los mexicanos vistos por sí mismos y se concretó la invitación para participar en éste a través del director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la propia UNAM, era claro que tenía ante mí un proyecto de gran envergadura. La posibilidad de obtener la visión actualizada acerca del tema que ha sido mi interés permanente y contar con datos de una encuesta que yo mismo diseñara, representaba una oportunidad única para publicar material inédito que sobre el tema he estado trabajando en años recientes, que además de la explotación de bases de datos con información sobre la familia, incluye entrevistas en profundidad aplicadas a decenas de personas sobre temas de la vida familiar. Ese material que se originó en una investigación iniciada hace ya algunos años, en la que el objeto de estudio han sido las transformaciones generacionales en los patrones de formación de las familias. Esta investigación en sus orígenes estuvo concentrada en el análisis de las prácticas sexuales y las opiniones al respecto de tres diferentes generaciones de individuos y, con el título de Quiero contigo…, fue publicada como parte de un libro sobre los jóvenes de este país. Los temas que fueron apareciendo en el transcurso de la investigación hicieron que las entrevistas en profundidad incluyeran nuevos temas, además de los que han sido motivo de atención en el pasado reciente, como la violencia doméstica o el incremento de la jefatura de hogar femenina. Asuntos como los nuevos arreglos conyugales, la formación de parejas conyugales homosexuales, las prácticas sexuales en grupo, la formación de parejas conyugales con grandes diferencias de edad entre los individuos que las forman, la incertidumbre hacia el futuro que lleva a vivir, especialmente a los jóvenes, en un horizonte temporal de muy corto plazo.

Además surgieron nuevas problemáticas relacionadas con el cuidado de los enfermos, en especial el cuidado de los viejos, que ocuparon un lugar cada vez más importante en la estructura y desarrollo de las entrevistas en profundidad. Las ideas expresadas por los sujetos entrevistados muestran la “verdadera realidad” de la familia en México.

Este libro analiza los resultados de la Encuesta Nacional de Familia en México, que forma parte del proyecto ya mencionado y que, al abordar cada uno de los temas que se captaron en esta encuesta, trata de ubicar en el contexto más general las problemáticas asociadas con la familia, con referencias a los datos que aportan otras investigaciones, la información estadística disponible hasta la fecha de redacción de este libro y los resultados de entrevistas en profundidad en las cuales se hace referencia al tema y que pueden ilustrar la visión de la problemática respectiva desde diferentes ópticas, de acuerdo con las características del individuo entrevistado, entre las que destacan su edad, escolaridad, estatus socioeconómico y, desde luego, su propia experiencia, todo lo cual determina su visión del mundo, y al suponer que representa también a un sector de la población, sin que esta representación tenga un significado estadístico, se ha incluido en este texto.

Los resultados de este análisis muestran que la familia sigue siendo una organización fundamental en el desarrollo de la sociedad y de las personas; que vive las situaciones críticas que sus integrantes perciben y son manifestación del cambio social que en el nivel estructural exige que los arreglos institucionales respondan a las nuevas condiciones y demandas de los individuos.

Para terminar este apartado vale la pena incluir “Una opinión sencilla sobre la familia”, que aunque no proviene de un autor nacional, refleja muy bien el pensamiento de un sector de la sociedad mexicana, que no debe ser ignorado: “La familia es la célula básica de la sociedad. La sociedad es el conjunto de las personas, cualitativa y cuantitativamente hablando. Sin embarazos y sin partos no hay personas, y sin nacimientos de personas no hay sociedad. Es muy simple” (Francisco Ortiz Lozano, Falange Auténtica, http:// www.falange-autentica.es/categorias/colaboraciones/515-una-opinion-sencilla- sobre-la-familia). Opiniones como ésta pretenden que la familia quede reducida a una organización cuyo fin es la procreación, lo que en el los tiempos actuales resulta inaceptable.

Por otra parte, antes de la conclusión de este texto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México, en un ámbito que tiene que ver con la familia, emitió una decisión histórica sobre el matrimonio y mediante la Tesis Jurisprudencial 43/2015 (10a.) estableció que:

La ley de cualquier entidad federativa que, por un lado, considere que la finalidad de aquél es la procreación y/o que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional (énfasis en negritas en el original). Considerar que la finalidad del matrimonio es la procreación constituye una medida no idónea para cumplir con la única finalidad constitucional a la que puede obedecer la medida: la protección de la familia como realidad social. Pretender vincular los requisitos del matrimonio a las preferencias sexuales de quienes pueden acceder a la institución matrimonial 38 Los mexicanos vistos por sí mismos con la procreación es discriminatorio, pues excluye injustificadamente del acceso al matrimonio a las parejas homosexuales que están situadas en condiciones similares a las parejas heterosexuales. La distinción es discriminatoria porque las preferencias sexuales no constituyen un aspecto relevante para hacer la distinción en relación con el fin constitucionalmente imperioso. Como la finalidad del matrimonio no es la procreación, no tiene razón justificada que la unión matrimonial sea heterosexual, ni que se enuncie como “entre un solo hombre y una sola mujer”. Dicha enunciación resulta discriminatoria en su mera expresión. Al respecto cabe recordar que está prohibida cualquier norma discriminatoria basada en la orientación sexual de la persona. En consecuencia, ninguna norma, decisión o práctica de derecho interno, tanto por parte de autoridades estatales como de particulares, pueden disminuir o restringir los derechos de una persona a partir de su orientación sexual. Así pues, bajo ninguna circunstancia se puede negar o restringir a nadie un derecho con base en su orientación sexual. Por tanto, no es factible hacer compatible o conforme un enunciado que es claramente excluyente.1



1. El texto se transcribió de la relación de tesis jurisprudenciales de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, puesta a disposición del público. El texto se encuentra en la página 89 de esta relación y, en la página 90, se certifica: “Que el rubro y texto de la anterior tesis jurisprudencial fueron aprobados por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión privada de tres de junio de dos mil quince”.