La dimensión ambiental en los albores del siglo XXI. Miradas desde la diversidad > Presentación

Presentación

Mireya Atzala Ímaz Gispert *
Marjory González Vivanco ***
José Luis Gutiérrez Padilla **
Paula Vargas Pellicer **
Rosalía Camacho Lomelí ***
Dalia Ayala Islas **
Marisol Anglés Hernández ****
Rosalía Ibarra Sarlat ****
Ana Gisela Beristain Aguirre **


Las decisiones y acciones de las personas sobre el entorno ambiental están basadas, no sólo en factores objetivos, sino también en los subjetivos: éste es el principio que subyace en las investigaciones sobre percepciones ambientales.
unesco, 1977, Guidelines for Field Studies in Environmental Perception

Este libro forma parte de la colección Los mexicanos vistos por sí mismos. Los grandes temas nacionales y recoge miradas de personas con perfiles de edad, socioeconómicos, culturales, educativos y entornos ambientales disímiles que participaron en una encuesta nacional aportando sus visiones, conocimientos y dudas.

Para obtener información de los problemas ambientales y su gravedad, así como sus prioridades alrededor de la calidad ambiental y sobre las soluciones a diferentes problemas ambientales, las encuestas de opinión son una fuente de información muy valiosa (Bloom, 1995: 1). Para un país tan diverso como México, contar con esta información puede facilitar el desarrollo de políticas locales y regionales que resulten adecuadas para los distintos contextos asociados a su diversidad y que realmente mejoren las condiciones de vida de los mexicanos.

Desafortunadamente en México no existen muchas investigaciones que aborden el tema de las perspectivas y actitudes de los mexicanos en el ámbito nacional y la mayoría son estudios locales realizados con base en entrevistas (Lazos y Paré, 2000; López del Toro, 2008; Arizpe, Paz y Veláquez, 1993; Irazola, Martínez y Marquette, 1998); por ello la Encuesta Nacional de Medio Ambiente (enma) se diseñó tomando como base dos instrumentos que han sido empleados en investigaciones previas para evaluar actitudes hacia la preservación del ambiente.

Por un lado, se recuperaron de la encuesta del Instituto Leibniz para las Ciencias Sociales issp: Environment iii (2012) preguntas para identificar la importancia que le dan las personas al tema del medio ambiente en relación con otros problemas nacionales, tales como educación, seguridad, salud, economía, pobreza y otros; preguntas para conocer cuánto saben las personas sobre las causas de los problemas ambientales nacionales y de su entorno más cercano y en qué medida les afectan, y, finalmente, se retomó un tercer grupo de preguntas que se refieren a la disposición de las personas para tomar parte de las soluciones a dichos problemas.

De igual forma, se retomaron preguntas del Inventario de Actitudes Ambientales (eai, por sus siglas en inglés) propuesto por Milfont y Duckitt (2010) en las que, mediante una variable dicotómica, se obliga a las personas a tomar una posición ecocéntrica, es decir que expresa la creencia de que la conservación de la naturaleza y la biodiversidad en su estado natural debe ser prioritaria y, por tanto, la naturaleza y la biodiversidad deben protegerse del uso y la alteración por los seres humanos; o bien, una postura antropocéntrica, que refiere la idea de que es correcto, apropiado y necesario que la naturaleza, los fenómenos naturales y la biodiversidad sean utilizados y alterados para lograr los objetivos de los seres humanos.

Es importante decir que entre ambos extremos se abre un continuo de posibles maneras de relacionarse con el entorno. También es necesario afirmar que no existen personas ni grupos puramente ecocéntricos ni puramente antropocéntricos; cada persona y cada grupo social tienen una visión particular sobre el ambiente, que se construye a través de la interacción de muchos elementos.

La interpretación de las respuestas obtenidas de la encuesta se hizo buscando integrar esta perspectiva compleja a partir del planteamiento de Durand (2008: 12), en el sentido de que las personas entrevistadas representan diversas perspectivas ambientales, entendidas como “el conjunto de normas, supuestos y valores que resultan de la vivencia del entorno natural y permiten comprenderlo y explicarlo”.

En este trabajo se reconoce que las percepciones ambientales son construcciones sociales definidas como la manera en la que cada individuo aprecia y valora su entorno (natural y social). Son dinámicas y se actualizan constantemente con base en nueva información y en las interacciones sociales que ocurren en una comunidad. Las percepciones, junto con los valores y el conocimiento, conforman las actitudes ambientales, es decir la manera en la que las personas construyen su relación con el entorno, interpretan los cambios que ocurren en él, explican sus causas y proponen soluciones (Fernández, 2008: 179; Lazos y Paré, 2000: 13, 15).

En las personas entrevistadas, sus actitudes y perspectivas son mediadas por la experiencia directa y dinámica con los elementos presentes en un espacio definido y en un tiempo determinado, pero también a través de la información recibida por otras fuentes, incluyendo personas, la televisión, la radio, los periódicos, internet, redes sociales, etc. (Fernández, 2008: 188; Durand, 2008: 77). Además existen otros factores que influyen en ellas como el género, la edad, la escolaridad, el tipo de empleo, el ingreso económico, la región y el tipo de localidad (Fernández, 2008: 184; Izazola et al., 1998).

En conjunto, la compleja interacción entre los valores, perspectivas, actitudes y el contexto socioambiental define la visión del mundo de las personas, es decir, la manera en la que se estructuran los diversos pensamientos, opiniones, ideas e intereses para interactuar con el ambiente, enfrentar los cambios y tomar decisiones (Lazos y Paré, 2000: 15; López del Toro, 2008: 13, 14; Durand, 2008: 76).

Para enfrentar los retos derivados del cambio global, producto de la degradación de los ecosistemas a escala planetaria, es necesario construir sociedades resilientes, capaces de adaptarse a los cambios de su entorno a través de la innovación, la valoración de la diversidad biológica y cultural, y la capacidad de organizarse para resolver problemas (Moberg y Hauge, 2014: 3). Las sociedades resilientes consideran a la naturaleza y a las personas como parte de sistemas socioecológicos complejos e interdependientes, lo cual implica un cambio en las percepciones y actitudes respecto al ambiente, en lo individaul y en lo colectivo, para dejar de considerar que “lo natural” y “lo social” son ámbitos separados (Moberg y Hauge, 2014: 6-7).

Conocer las perspectivas y actitudes ambientales de los diferentes sectores de la sociedad y regiones del país es, por estas razones, clave para el diseño y desarrollo de políticas públicas enfocadas a la identificación de problemas ambientales, y al acceso oportuno a información de calidad, como parte de las transformaciones necesarias para transitar hacia la sustentabilidad.

A medida que la crisis ambiental aumenta, es claro que una mejor gobernanza de los temas ambientales se relaciona con un mayor grado de participación en la conservación de los socioecosistemas por parte de ciudadanías informadas, que contribuyan en el desarrollo local sustentable mediante cambios profundos y generalizados en sus patrones de comportamiento (Lindeberg y Steg, 2007; Oskamp, 2000; Zelenzy y Schultz, 2000).

En este trabajo, a la luz de las perspectivas ambientales recogidas, observamos una variedad de actores con posiciones diversas, que obliga a una tarea más profunda en la construcción y planeación de políticas públicas en el marco de la conservación de nuestros recursos naturales.

Como escenario de análisis iremos contrastando datos de la realidad ambiental de México con la cual dialogan, a veces en no muy buenos términos, las perspectivas de los mexicanos entrevistados. De esta forma, es necesario decir que tanto la encuesta como su análisis —reflejados en este libro— están mediados por la información y formación de quienes la elaboramos y carga con nuestros prejuicios y valores; desde ahí buscamos abonar en la comprensión de la racionalidad ambiental de quienes amablemente participaron.



* Coordinadora del Programa Universitario de Medio Ambiente.
** Programa Universitario de Medio Ambiente.
*** Investigadora.
**** Investigadora de la unam.